DESPERTAR
Amo como entras en mi
boca al despertarme, enredándote en mi
lengua, deslizándote suave por mi garganta, amarga y dulcemente.
Das calidez a mi cuerpo con ese aroma, que solo lo indómito de tu esencia puede
despertar en mi sensaciones que recorren mis venas.
Mis manos sienten tu calor irresistible, tu aroma impregna mis sentidos y
mi sangre bulle.
Eres el oscuro compañero de mañanas
adormiladas, lo primero que reclama mi boca al despertar.
Me gusta saborearte
en soledad, despacio, mientras me deslizo perezosamente hacia las primeras
luces del día.
Eres en esos instantes, mi cómplice, mi
compañero de silencios, mis sueños . . .
Lamo mis labios y un
dorado aroma me sumerge nuevamente entre las sábanas. Absorbo entonces cada gota de ti como un
aliado que me empapa y me agita.
Desenlazo mi cuerpo y respiro . . . ¡mi
venerado café!
Diciembre 2015
Ángeles Fortes Picas

Muy bien, amiga. Esto empieza a tomar sentido...
ResponderEliminar